28 de julio de 2007


esa señora me dijo que quiero la familia perfecta, el perrito, la casita, el maridito, no parar hasta hacer un hijito y coserle con macramé, con mil colores un pulóver para poder sacarlo a pasear por la plaza, por el pueblo, hacer amigas, muchas, muchísimas!, hablar de actualidad, invitarlas a comer con sus maridos un domingo al mediodía, en mi patio con ese fondo color durazno lleno de plantitas que regué con tanto amor para que ellas se sientan como en casa, y así se haga costumbre todo esto, de los hijitos, el perro, el marido, los domingos, así llegar a viejos, jugar al burako, sonreír, ante todo, tomar mate aunque no me guste, aunque lo quiera bien dulce y a mis amigas no, me tengo que acondicionar, la señora me dijo que quiero eso,visitar una vez por semana sus departamentos, prender la calefacción, y si tengo calor me la tengo que bancar, ellas no se quejaron que en mi casa haga tanto frío, que mi marido no venga los domingos, que esta base que me vendieron no me tape este moretón en la cara, que mi hijo no salga de su habitación, que el perro las muerda, no se quejaron, así que tengo que aguantarme este calor. y morirme de calor, de frío, descuartizada, sola y vacía, acá en esta vida que la señora me dijo que yo quería.


veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.

una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.

la cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, tan sólo se quedan allí.
ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.

una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir



15 de julio de 2007

necesito una buena mujer.
necesito una buena mujer más de lo que necesito esta máquina de escribir, más de lo que necesito mi auto, más de lo que necesito a Mozart, necesito tanto una buena mujer que puedo saborearla en el aire, puedo sentirla en la punta de mis dedos, puedo ver veredas construidas para que sus pies caminen, puedo ver almohadones para su cabeza, puedo sentir mi risa que espera, puedo verla acariciando un gato, puedo verla durmiendo, puedo ver sus pantuflas en el piso.
sé que existe
pero
¿donde está ella en esta tierra mientras las putas continuan llegando?

Bukowski

8 de julio de 2007























































serie: nada.

(y va a seguir...)

1 de julio de 2007







resulta que yo conocí a ceci. no me acuerdo cómo ni cuando, bastante triste lo mío. pero bueno, resulta que resultó una resultante muy resultada la nuestra. yo la quiero, desde que la conozco que no sé cuando fue. que no importa. porque para atrás no sirve. ni para adelante, el durante. viva el durante. y resultaron festividades. cumpleaños. faltas, muchas faltas, muchos perdones y muchos ya sé, que estás ocupada, y no podés, ya sé que es lejos, no te preocupes. y no me importa porque ceci, qué importa. ceci está siempre, ahí con su sonrisita y su-mi sensación de hermana menor-mayor. y siempre mis amigos la ubican, mi amiga ceci, la periodista. y veo a liliana herrero y su voz ciclotímica en la tele y sobre el cine choronga, murakami y lo chino y el té, el sabor del té. que le digo ay ceci vi un cartel de una peli tenemos que verla! y ya la vio...y siempre tarde. yo su perrita cultural, siempre atrás. aprendiendo. queriendole devolver lo que me da porque se lo merece. y resulta que ceci me regalo para mi cumple, mi cumple anterior, un libraco, uno de esos que lees en dos días y decís ay que lindo como me sentí identificada y lees y lees ese parrafo tantas veces que te lo aprendés de memoria, hasta que viene otro libro, o un tropezón, y te lo olvidaste. pero cada vez que lo ves decís "uh que groso este libro...tomá llevátelo" y así, y todo, se lo llevaron, me lo devolvieron, lo usé de excusa varias veces, lo cité, lo prometí prestar, lo cité a propósito. el libro kamikaze, ese que sin miedo a ver donde va a parar, se manda a manos de alguien. y así es como hace un año de que ceci me haya regalado eso, cumplió años, le hice una torta, le doy mi corazón, me devuelven el libro otra vez y la vida da unas vueltas terribles...



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