21 de septiembre de 2007






como una casa cerrada llena de papeles, cosas maravillosas, mate, muchas flores, un jardín, con llave nueva, una que cuesta abrir, muy nueva. dolorosa, una casa que hace ruidos a la noche, que cruje, que la humedad la corrompe. que espera que la visiten, la tranquilicen. duerman en su colchón, gasten sus insumos. tenga deudas. rompan sus caños, inunden su baño. sin sacarlo afuera, me siento como una casa llena y cerrada.


no te quedes con las ganas grita, duele

no van a dejar de caer mijitas
son las mismas cosas chiquitas
no me gustan mucho,
mañana me irritan
el afán te hace puntillitas
yo no me arrepiento de nada ,tú criticas

...yo sé que mucho no me tengo que mojar




(ahí, rosi aparece. parece una llavecita para mi puerta)

14 de septiembre de 2007





aprender. darse vuelta, mostrar las costuras y ponerse un cierre para abrirse más rápido. vivir lo primero como lo último. mirar adelante.

no creer en nada.

pero quererse, ante todo.



dime cariño, qué culo tiene el mundo?

7 de septiembre de 2007

pa`que tanta historia
si al final to`s queremos lo mismo
vivo la vida
aprieto las tuercas de este mecanismo
y me recreo
creo en lo que veo
mira ese cometa
y pide un deseo
la casualidad no es un trofeo


el camino es mas largo si vas más despacio

toma mate, baby

2 de septiembre de 2007

Hoy vino al trabajo Antonio, vive a dos cuadras del edificio. Tiene casi 80 años, aunque cuando bajamos por la escalera me dijo que era joven por ahora, que no importaba el ascensor, a pesar de que su cuerpo flaquito, y su voz quebradiza.

Vino a ver un departamento grande, me preguntó si había un jardín, algún patio, cuántas habitaciones tenía, si había luz.

Me contó que sus hijos quieren que venda la casa de toda su vida, la de la vuelta, en la que hace 66 años vive, donde él mismo construyó el entrepiso para su hija, y donde viven esos 3 gatos locos donde incluye a su mujer, que está muy enferma y ni siquiera puede atender el teléfono. La casa ya es muy grande para ellos, es muy insegura, muy grande, una casa chorizo, con un patio enorme, techos de 4 metros y medio. Una casa como las de antes. Una casa, para decirlo más claro.

Vino a ver como es el asunto con la constructora, para ver si puede arreglar para vender su casa y que lo utilicen para construir una torre, tirar toda esa casa antigua, que tiene un extenso terreno.

Quiere comprar un departamento, y con la plata que le sobre poder comprar otro para rentar y así poder seguir tirando sin tener que trabajar ni vivir de una jubilación que no le deja comer. Entonces le mostré el que tiene un patiecito, resulta que tiene muchas cosas que no quiere dejar, quiere poner sus mesitas para el jardín, para tomar mate con su mujer, quiere poner sus 60 orquídeas en algún lugar donde puedan seguir viviendo, quiere por lo menos llenar con un poco de recuerdos este lugar tan prefabricado.

Me dijo:

“cuando uno es padre decide por los hijos, cuando uno está como yo, los hijos deciden por uno, viste”

Se fue y me dejó su dirección, ya que el teléfono no lo puede atender, me dijo.